Aguas Andinas apuesta por las energías renovables en su licitación eléctrica
Aguas Andinas dio un nuevo paso hacia la meta de la emisión cero con su última licitación eléctrica, en la que adjudicó 65Gwh/año a la oferta con 100% de energías renovables en mejores condiciones económicas.
La sanitaria requiere unos 253 GWh/año de energía, el equivalente a la demanda de unas 400 mil personas en un año en sus casas. “Sumando el 100% de energías renovables en este nuevo contrato, que entra en vigencia en abril de 2018, y la energía autogenerada por turbinas o cogeneración, escalaremos de un 18% a un 44% en consumo de energía renovable para la gestión sustentable de Aguas Andinas de aire, agua y biosólidos”, explicó Manuel Baurier, director de operaciones de la compañía.
Si además se considera la huella energética propia de los principales proveedores de electricidad de la sanitaria, a partir de abril de 2018 el 64% del consumo eléctrico de Aguas Andinas será satisfecho con energías renovables. “Ese hito posicionará a la firma tan pronto como en 2018 por encima del objetivo país del 60% de energías renovables para 2035 y la acerca mucho al objetivo país de un 70% para 2050. Además nos permite reducir nuestras emisiones en 26.500 toneladas de CO2 al año, un 32% menos de las emisiones indirectas que tenía hasta el Momento Aguas Andinas”, comentó Baurier, según consigna el comunicado de la sanitaria.
Iniciativas ERNC
Aguas Andinas ha desarrollado hasta ahora tres iniciativas principales en autogeneración con energía renovable. Por un lado, están los motores de cogeneración instalados en la Biofactoría Mapocho Trebal, donde se utiliza el biogás generado en la digestión de los lodos de depuración para transformarlo en energía eléctrica.
Adicionalmente, tanto el calor de los motores de cogeneración como sus gases de escape se utilizan como fuente de energía calorífica para los procesos de digestión anaeróbica y de hidrólisis térmica. Por otro lado, en 2018 entrará en operación una turbina en la planta de agua potable San Antonio (Vitacura), que permitirá la transformación de la energía del agua en energía eléctrica para el consumo de esa instalación.
A ello se suma el hecho que la segunda planta de producción de agua potable más grande de Aguas Andinas, la planta La Florida, ya se alimenta con energía eléctrica 100% renovable mediante turbinas accionadas por el agua captada desde el Canal La Florida.
También a partir de 2018, los lodos estabilizados de las plantas de tratamiento de aguas servidas de las localidades fuera del Gran Santiago se llevarán a la Biofactoría Gran Santiago Mapocho – Trebal, con el fin de someterlos a la biodigestión y valorizarlos como fertilizantes. “El aporte de biogás producto de la biodigestión permitirá ampliar la planta de cogeneración de Mapocho – Trebal para acercarnos al 100% de autosuficiencia energética en esta biofactoría”, precisó Baurier. En el caso de la biofactoría Gran Santiago La Farfana, el biogás se procesa para convertirlo en biometano y se inyecta a la red de gas natural para poderlo suministrar a unas 100.000 personas en su uso domiciliario.
Estas iniciativas van en línea con los principios de la economía circular, una nueva manera de mirar las actividades productivas en la que no hay desechos y cualquier residuo o subproducto se mira como insumo para nuevos productos. El objetivo es que el valor de los recursos, las materias primas y los productos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que la generación de residuos se reduzca al mínimo. Así se desliga el crecimiento económico del uso de recursos y de energía, se reducen las emisiones de CO2, se refuerza la competitividad del país y se promueve una mayor seguridad energética.
Fuente: Revista Agua